domingo, 29 de octubre de 2017

Mi vida con un Carlino (PUG)

Si te has decidido por tener un carlino como mascota, quiero que sepas que nunca más volverás a entrar al baño a solas.Recuerdo desde pequeña querer siempre un perro cuando fuera mayor, de adolescente y por casualidad, conocí esta raza y me enamoré completamente de ella, desde entonces, siempre dije que al independizarme, un carlino entraría en mi nueva casa antes que yo. Pues no me equivoqué demasiado: mi chico y yo nos mudamos un 1 de julio y la perro llegó el día 20 del mismo mes.
De eso han pasado ya 8 años y recuerdo su llegada como si fuera ayer. Era tan pequeñita y regordeta... y el olor a cachorro, como me gustaba tenerla abrazada y olerla todo el tiempo.



Los carlinos no son perros fáciles, aunque con la pequeña nosotros hemos tenido mucha suerte. Desde hace dos años si que ha visitado un poco más el veterinario, pero el resto, para sus vacunas y poco mas. Lo esencial al respecto es vigilar el calor, por lo de su respiración por tener la traque corta, mantener bien secas las arrugas de la cara para evitar heridas y posibles infecciones y vigilar el peso, tienden a engordar con suma facilidad y no les hacemos ningún bien. También he leído alguna vez que son d estómago delicado aunque es no puedo confirmarlo ya que jamás he tenido problema alguno por ese motivo.

Como os decía antes, nos ha tocado algunas visitas extra al veterinario últimamente. Uno de las veces fue un buen susto en el que repentinamente perdió la fuerza de las piernas y la piel del cuerpo se le puso muy roja y muy caliente; lo achacaron a alguna alergia pero nunca supimos que le ocurrió realmente, quizás fuera una simple bajada de azúcar. Después vino la limpieza bucal en la que perdió algunas piezas por culpa del sarro y la suciedad (nunca se ha dejado lavarlo los cientos, y no por no intentarlo) y por último otro susto en el que tuvieron que castrarla de urgencia por infección en el útero. La pobre, esa vez si que estuvo malita, aunque por suerte no tardó mucho en recuperarse.

Otra cosa que debes tener en cuenta antes de elegir al carlino como mascota es el pelo, sueltan toneladas diarias de pelo, a nivel exagerado en épocas de muda. Yo aún no entiendo como no está calva, y es que en casa todo objeto o rincón tiene pelos de mi carlino jijiji.

En cuanto a su carácter, tienes que saber que son muy cariñosos, a veces en exceso. No les gusta estar solos, y si están en casa va a entrar a tu lado todo el rato. Te va a perseguir por todas las habitaciones, se va a sentar sobre tus pies, o se va a tumbar junto a ti, tocándote de alguna manera. En invierno da gusto, es tan calentita... pero en verano, ¡en fin! jeje.
De pequeña era muy juguetón, y aún hoy tiene sus momentos, aunque pasa más horas durmiendo. Cuando regresamos a casa de la calle se vuelve loca, y para salir de paseo más todavía, a veces no se donde le sale tanta energía con lo "viejita" que se está haciendo..

Ahora tenemos en casa un bebé de unos 15 meses y la experiencia ha sido muy buena. Siempre lo respeta mucho, acercándose a él cuando podía y manteniendo las distancias si no. Por ejemplo, si el bebé dormía tumbado en el sofá, ella no se movía de su cama, y mira que le gusta estar tumbada en el sofá de casa. En cambio, si dormía en su capazo, muchas veces la perra se tumbada debajo como si lo estuviera protegiendo. Ahora que el niño está más grande, interactúa mucho más con ella y es muy divertido verlos "jugando" a su manera. El niño se pasa el día tocándole el rabo, dándole golpes en la cabecita y ella como si nada, aunque más de una vez se ha "cabreado" jeje y entonces es el niño el que sale corriendo.

En definitiva, personalmente, mi experiencia con esta raza de perro ha sido realmente buena, ya no imagino mi vida sin ella, de hecho siempre digo que mi carlino es inmortal, no quiero que sea de otra manera. Pero te podio un favor, ningún animal es un juguete, acude a criaderos responsables o personas privadas, y piénsalo bien antes de tomar la decisión. Un carlino, como cualquier mascota, requiere tú compromiso y tú dedicación, es agradecido pero también un tanto sacrificado. Si no lo tienes claro, no lo acojas en tu casa, no es algo de lo que puedas deshacerte después como si fuera un muñeco de trapo.

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